En este curioso juego de fabricación totalmente patria, asumimos el papel de dos de los viajeros más famosos de la historia, el noruego Amundsen y el británico Scott, que en el verano austral de 1911 emprendieron una histórica carrera para conquistar el polo sur.
Roald Amundsen fue quien lo consiguió primero, el 14 de diciembre de 1911, acompañado de cuatro hombres: Olav Bjaaland, Helmer Hanssen, Sverre Hassel y Oscar Wisting. Scott llegó al Polo casi un mes después y pereció con todos sus hombres en el terrible camino de vuelta. Los cuerpos de Scott y los de dos de sus acompañantes (Edward Wilson y Henry Bowers) fueron encontrados el 12 de noviembre de 1912 dentro de una tienda de campaña durante una expedición de búsqueda. La tienda se encontraba a unos 700 kilómetros del Polo Sur, a tan sólo 600 kilómetros de poder haber finalizado la expedición con éxito. Los cuerpos de los otros dos miembros de la expedición (Lawrence Oates y Edgar Evans) fueron hallados en el camino al Polo Sur.
En su diario, encontrado junto a los cuerpos, el británico escribió: Tomamos riesgos, lo sabíamos, las cosas han ido en nuestra contra y por lo tanto no tenemos motivo de queja, sino sólo someternos a la voluntad de la Providencia, determinados todavía a hacer lo mejor hasta el final… Si hubiéramos vivido, podríamos haber contado la historia de la audacia, resistencia y coraje de mis compañeros, que hubieran llenado el corazón de todos los ingleses. Estas ásperas notas y nuestros cadáveres deberán contar la historia. Sin duda, un gran país como el nuestro se encargará de que todos los que dependen de nosotros estén adecuadamente provistos
Al principio de este cruel desenlace es donde nos coloca este juego para dos que me ha resultado entretenido y fácil de comprender para los menos jugones. El juego utiliza un sencillo sistema de gestión de la mano que nos permite avanzar mediante el descarte de las cartas correspondientes al color de la casilla a la que queramos ir. La diferencia más notoria está en este recorrido, ya que Amundsen por ejemplo no tiene ninguna casilla de color azul mientras que Scott no dispone de casillas rojas, lo que lo convierte en un juego asimétrico. Para avanzar es tan sencillo como jugar una carta del color correspondiente a nuestra siguiente casilla, pero podemos seguir avanzando jugando esta vez dos cartas del color que toque después, lo que provoca unos combos muy locos. Además el juego permite (Gracias a cartas como grieta o ventisca) tocarle la moral al adversario y echarlo de la ruta, por lo que el momento perreo también está incluido y le aporta un toque divertido y necesario.